miércoles, 9 de octubre de 2013

Mi Teide, mi cielo

Que en tu pico,
toco el cielo con las manos.

Aunque muchos crean eso de que
"el cielo empieza en nuestros pies".









Tonterías.
El cielo empieza cuando estoy en lo más alto,
cuando siento el frío viento en la cara, en los brazos,
cuando me llena de pronto los huesos,
cuando el cansancio ya machaca mi cuerpo.

Que el cielo es aquello que aún veo negro,
y a medida que asciendo
el azul prusia llena mis pupilas,
llega el turquí y el añil,
el rojo, el naranja, el amarillo y de pronto...
Aquí están.

Seis islas más a mis pies.
Un universo por descubrir,
un mundo solo para mí.



Me siento, a observar el infinito
Me paro a pensar, cómo sería no tenerte.
Qué habría hecho si nunca hubiese conocido tu cima...
Si nunca me hubiera sentido tan cerca de mi isla.

Y el sol asciende lentamente ante mí.
Y me hace pensar en la suerte
que tengo de conocerte, gigante.



No hay comentarios:

Publicar un comentario